Las brujas se juntaban para adorar a Satanás, decían los autores del Malleus Maleficarum.
Las mujeres planeaban rituales maléficos, decían.
Entonces empezaron a exterminar a todas las mujeres “peligrosas”, a todas las mujeres “sospechosas”.
Y creyeron que con esta persecusión las habían exterminado por completo.
Pero no.
Acá estamos, entrelazadas como siempre.
Las que no olvidamos nos vamos re-descubriendo, re-encontrando.
Construyendo y re-construyendo la memoria mitocondrial que habita en nuestras úteras.
Ahora que estamos sumergidas en un torbellino de incertidumbres, ante un cambio inminente de las relaciones sociales y colectivas, trastocar la noción modernista de comunidad se vuelve parte de esta emergencia viral, en cuarentena viviendo la pandemia del 2020.
Entonces no nos queda más que prender las fogatas virtuales y utilizar el espacio rectangular de nuestros dispositivos para transformarlos en círculos. Desde lo micro a lo macro, experimentando la mutación de nuestras subjetividades.
[AQUELARRE VIRTUAL]
[MANIFIESTO
COLECTIVO]
[WITCH SABBAT]
[VIRTUAL COVEN]